14 de diciembre de 2012

Oda al escocés

Qué bonitas las hojas que caen de los árboles, llevar la nariz congelada y dos pares de calcetines!! Pero el otoño no sería lo mismo sin el escocés. Y no me refiero al whisky, que tampoco está mal para sobrellevar el frío. La pasión por el tartán no conoce límites y se remonta a los orígenes de la moda. Le llamen los americanos plaid, o los franceses écossais, sus primeras apariciones sobre una alfombra, fueron en épocas victorianas. Y de la nobleza al pueblo; la generación punk se apoderó de este estampado para convertirlo en símbolo de rebeldía, previo permiso del pueblo escocés que  ya lo había identificado como emblema nacional, ya sabes... aquella historia de que nada se interponía entre un escocés y su tartan kilt . 
Increíble como se pueden dar lecturas tan diferentes a una simple materia textil. Ahí reside su grandeza, su irresistible encanto de origen lejano: las primeras en llevarlo,  en el 1500 a.d.c., unas momias de rasgos caucásicos encontradas en China. Para añadir más ingredientes de romanticismo, no existen dos iguales, las versiones se multiplican con la misma velocidad que su fama.  Casi un tartán para cada persona, ¿y el tuyo? ¿lo has elegido ya?

Todo el fin de semana para pensarlo ;) Disfrútalo

 










 
Imágenes: L´Officiel

2 comentarios:

NoEsTrivial dijo...

Me ha encantado el encabezamiento de esta entrada.
Adoro los cuadros escoceses, y de forma especial cuando aparecen en un traje de fiesta, me parece de lo más chic combinar un estampado tan de bufandas con un elegante vestido de noche.
Las fotos me recuerdan a algunos "figurines" que guarda mi abuela, fantásticas!

http://noestrivial.blogspot.com.es/

Talla38 dijo...

No es Trivial,
Esos figurines son "oro" ¡Qué suerte tenerlos!
La idea del vestido de noche que propones me parece absolutamente genial, me lo estoy imaginando ;)

Besos! Y buen finde!!