12 de agosto de 2007

El circuito corto de las tendencias

(nota de t38: todas las fotos que ilustran este post son de ropa de Zara y H&M by The Sartorialist)





Nadie imaginaría que el antepasado de las grandes cadenas como Zara y H&M hay que buscarlo en París, y en concreto, en el barrio del Sentier.

Allí es donde se forjó una febril actividad textil que dió como resultado un barrio multimarca, al abrigo del cual nacieron marcas como Kookaï, Morgan, Naf-Naf.... El conocido prêt-a-porter de barrio o moda pronto.

Hoy en día, viajes donde viajes del panorama nacional o extranjero, la globalización de las grandes cadenas, ha provocado que casi encontremos las mismas tiendas en A Coruña que en Estocolmo, en Madrid que en Helsinki. Está desapareciendo la red multimarcas que antaño dotaba de peculiaridad en sus comercios, incluso a las ciudades más modestas.

Zara (al igual que el gigante sueco H&M) ha sabido combinar producción de moda con una excelente red de distribución, que la ha hecho omnipresente en cualquier lugar del mundo.





¿Pero cómo lo hace y qué significa eso del circuito corto de la moda del que Zara es líder mundial?

El circuito corto de la moda, se trata de una nueva forma de entender el gran negocio del vestir, de emular las tendencias en lugar de las propias creaciones, en el menor tiempo posible:

- Si de normal, una marca de moda trabaja con un planning de creación de sus modelos anticipados de 12 a 18 meses, que es el tiempo que se da, para elegir tejidos y entregar los vestidos en tienda....

- Si la principal preocupación de una firma es innovar en su moda, ser original o diferente...

Zara es reactiva, es decir, produce sus modelos lo más tarde posible, y lo más rápido posible, para no equivocarse de tendencia y fabricar lo que ya se sabe con seguridad que gusta.




¿Qué cantidad?
Con una poderosa infraestructura industrial, es capaz de copiar (o clonar como diría nuestra admirada Carmeron del interesantísimo y sí original blog, Devil wears Zara) las creaciones de otras marcas.

Zara mezcla sus básicos de toda la vida, y de creación propia (camisetas, trajes chaqueta, ropa sport...) con los productos fashion que toma prestado de otras firmas.

Además minimiza los riesgos (en caso de que no gusten estas emulaciones); al realizar sólo pequeñas series que no supondrán grandes pérdidas en caso de no gustar.

Y eso, a las clientas nos asegura cierta exclusividad: que en nuestro lugar de trabajo 4 compañeras no coincidamos con el mismo vestido. De este modo las prendas inspiradas, son vistas y no vistas en las tiendas de la cadena.




¿A qué precio?
El optar por redes de talleres subcontratados (además de tener los suyos propios) en todos los lugares del mundo, favorece que los precios sean competitivos.

Si observamos las prendas cuyo precio es menos Zara, en la etiqueta comprobaremos que la gran mayoría se ha hecho en España.

Además puede competir en el precio porque no se ha de pagar ningún royalty a los creadores originales. Si existiera un SGAE del vestido, Zara estaría en estos momentos atosigada con los cobradores de los derechos de autor!!!!

En absoluto queremos demonizar al gran gigante (al que frecuentamos en talla38); pero entendiendo los entresijos del gran negocio de la moda, somos más conscientes de lo qué compramos y vaya ... es cultura!

Un abrazo y buen domingo lectoras.

2 comentarios:

Carmeron dijo...

Genial el análisis "zarero"!

Y es que el modelo industrial-comericial de Inditex es digno de estudio, como ya se hace en algunas universidades de Estados Unidos o el Reino Unido...

Besos!

T38 dijo...

Gracias Carmeron ;)
Pues sí, es un fenómeno digno de tesis.
Besos y buen comienzo de semana!!