Modo random

# Reportaje fotográfico del superblogger Tommy Ton en la Harpers Bazaar de Agosto:

  

"Chic in the city" (guiño a la imprescindible "Sex in the city") es una incursión a las prendas clave de este otoño con la mirada puesta en los colores (azul, rojo, blanco), el estampado de pitón, el cuero y la importancia de los complementos (seña de identidad de las fotos de T.Ton), en una Nueva York que bien podría ser la de los post desfiles de Septiembre.

 

# Los colores de la próxima estación serán el amarillo y el azul según Jalouse de Julio-Agosto: 

Amarillo para los complementos y el azul (klein, cobalto, o como le quieras llamar) que ya te anticipábamos para abrigos, vestidos y prendas básicas. Lo han llamado tendencia Pan Am por la indumentaria de las azafatas de la mítica aereolínea norteamericana. Abróchense los cinturones que en breve aterrizaremos en el otoño.

# Bordados y encaje para el vestuario de Elsa Pataki en Elle de Agosto:

Eso sí, sin ningún joyón para compensar. Vestido azul claro, de Afredo Villalba y el negro es un mono de Dolce & Gabbana. El invierno será barroco o no será.

 

# Inspirador look de Lauren Bacall durante un verano:

Viendo fotos o revistas de moda vintage, al menos sobre el papel, las mujeres llevaban más ropa en verano que ahora.  Igual lo elegante era ir tapada o quizás la destrucción de la capa de ozono nos ha traído estas temperaturas insoportables con manga larga. Este look me gusta por la combinación de la parte de arriba (en blanco y negro) con las piernas desnudas y los discretos complementos (las gafas, pulsera, reloj...) y por supuesto el peinado.

# Un maxi vestido para un verano que se estira:

El elegido es de  Graham & Spencer, unos maestros en básicos de calidad. Largo, colorido, con un detalle de piel en el escote. Tiene todo eso que le pido a la ropa de verano: Sencilla, imaginativa y muy  cómoda. Un fichaje.

# Stella McCartney se salvó por los pelos:

Casi nos la comemos viva en la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos cuando vimos desfilar a Gran Bretaña con su uniforme chandalero blanco y dorado, y feo. Las redes se colapsaron con comentarios sobre el horripilante equipaje. Pero la sangre no llegó al río porque desde la propia firma aclararon que ese vestuario NO había sido el creado por la diseñadora, y sí el de la competición.

Al final God saved the McCartney!