29 de abril de 2008

Alta joyería

Ya nos pasó con Anni Albers, las piezas de joyería no precisamente lujosas, hechas con materiales cotidianos y con un 100% de imaginación nos atraen y hacen pensar que los genios son aquellos que convierten en arte todo lo que tocan, sea un corcho o un trozo de metal. Es el caso también de Calder, archiconocido por sus esculturas móviles (esas minigalaxias colgantes de bonitas formas y colores) pero no tanto por sus preciosas joyas.

Pero empecemos por las mujeres. Porque ellas fueron las principales destinatarias de esta faceta de su creación, empezando por su propia hermana, para cuyas muñecas Calder diseño sus primeras joyitas con alambres recogidos de la calle. Más tarde, fueron regalos para su esposa Louisa por su cumpleaños. O para las esposas de sus amigos como Miró, a la que regaló un anillo hecho con un trozo de cerámica como única gema. También embelesaron sus creaciones a millonarias fanáticas del arte como Peggy Guggenheim. Y hasta una portada de The New York Times en 1976 acaparó su collar titulado el marido celoso del cuello de una jovencísima modelo de nombre Anjelica Huston. Un collar surrealista y sinuoso que se torna casi en una alambrada en el cuello de la mujer, quizás regalo del marido celoso?? Los guiños de Calder en su joyería son constantes y son buena muestra de su personal estilo.



Peggy Guggeheim con pendientes de Calder


Collar "marido celoso" (1940) que fue portada de NYT en 1976

Alexander Calder rehuyó los materiales excesivamente nobles o preciosos para sus creaciones, prefiriendo el uso de metal, cerámica, cristal, acero o a lo sumo plata u oro.
Con formas primitivas que recuerdan a la joyería de antiguas civilizaciones prerromanas, son piezas absolutamente actuales, artesanales (se observan en ellas los golpes de cincel o las iniciales con las que las personaliza según el nombre de la destinataria) de curiosas formas en espirales, círculos, o inspiradas en la naturaleza; que al admirarlas tienen aún más significación si pensamos en los años en los que se hicieron. Para nada significan una producción menor del artista, ya que la colección de joyas alcanza las 1.800!!
Incluso diseñó las cajas en las que iban guardadas las obras de arte, como colofón de unas piezas únicas, ya que se negó a realizar reproducciones, pese a las ofertas de grandes firmas de joyería.



Brazalete (1948)


Gargantilla (1940)


Broche para el 53 cumpleaños de su esposa (1953)









El Met expondrá en diciembre del 2008 hasta marzo del 2009 una selección de 70 piezas de joyería. Una oportunidad única de apreciar la creatividad en estado puro a través de brazaletes, tiaras, pendientes, broches... de este singular genio. Ya sabes si te pilla por NY...

7 comentarios:

Ufff, Que me pongo hoy???? dijo...

La pureza de lo primitivo en los materiales y las formas, eso es lo que más nos atrae....

alterego dijo...

Pues le copiaron bastante a lo largo del tiempo por lo que estoy viendo. Muy interesante el post (y eso que a mi la joyería me da un poco igual). Besos.

Anónimo dijo...

Yo soy como alterego. La joyería no es mi punto fuerte, así que no puedo opinar sobre la calidad de las joyas. Sorry!!

Saludos!!

Anónimo dijo...

Muy interesante el post. De los mejores que he leído últimamente.

Anónimo dijo...
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T38 dijo...

Pues sí, uff que me pongo, la calidez de lo primigenio es lo que llama la atención siempre y ese adelantarse en lo que a ingenio se refiere. Lorentzo, Alterego esto es más que joyería, es arte. Anónimo, qué amable (te interesa el tema en especial?)

Y a todos... mil gracias por pasar.

Anónimo dijo...

Espectaculares todas las joyas de Calder,los que lo copian nada dicen ,que son COPIAS,qué mal!!!!!